6 de abril de 2010

El nuevo perfil del profesor


José Luis Ortiz*

"Si piensas que el problema está allá afuera, ése es el problema."

Stephen R. Covey

La evolución constante del contexto socioeconómico, originado por cambios acelerados en la ciencia y la tecnología impone a los profesores de las carreras de ingeniería nuevas exigencias. Si la calidad de su saber sigue siendo el elemento dominante, la forma en que ayuda al alumno a construir el suyo y a forjar sus competencias toma una importancia cada vez más grande. El desarrollo de las tecnologías de la información y de los medios de comunicación ha ampliado y modificado su espacio de enseñanza, el cual toma formas variadas: dentro del establecimiento (centro de formación, colegio, universidad); pero también fuera de éste, ya que el aprendizaje significativo se adquiere en su mayor parte fuera de los espacios físicos de las escuelas, en los que los educandos aplican sus conocimientos para trocarlos en sabiduría –conocimiento funcional–.

La enseñanza actual de la ingeniería no puede ni debe circunscribirse a la mera transmisión de conocimientos técnicos, ya que actualmente éstos están al alcance de la mano. Hoy más que nunca se requiere del apoyo, acompañamiento, Coaching -Mayéutica-, asesoría, etc. durante todo el proceso de aprendizaje, para que el alumno descubra el sentido a su vida, se trace metas, actúe con decisión, actitud y disciplina. Ellos deben tener la conciencia de que la felicidad no consiste en hacer lo que ellos quieren, sino en querer lo que hacen; independientemente de la carrera que vayan a estudiar. Es necesario que perciban que la carrera profesional es solamente una herramienta, no el fin. Necesitamos dar un seguimiento durante su estancia en las instituciones de educación y tal vez fuera de las mismas. Ciertas competencias se desarrollan a través de la ejercitación frecuente. La comunicación efectiva, por ejemplo, solamente se fortalece practicando a diario: como sesiones prácticas para mejorar, para que cuando lleguen las ocasiones verdaderamente importantes tengan el don, el estilo, la viveza, la claridad, la esencia y las emociones.

Actualmente se requiere algo mucho más complejo que el manejo empresarial de antaño, en el que el jefe era el jefe y se hacía lo que él decía y punto. Actualmente el manejo no es suficiente; hoy en día, el mundo se mueve con una velocidad vertiginosa y lo que se requiere es liderazgo, que consiste en ayudar a la gente a desarrollar todo su potencial, establecer una visión de futuro; alentar, preparar y conducir, y también iniciar y mantener relaciones interpersonales exitosas.

Todo liderazgo comienza por el liderazgo de uno mismo. Sólo quienes conocen sus debilidades pueden enfrentarse a ellas e incluso superarlas. Los profesionales, gerentes y directivos cuyas carreras se estancan por falta de confianza en ellos mismos pueden renovar su trayectoria ascendente si identifican y atacan sus debilidades. Sin embargo nadie puede hacer que otro se conozca a sí mismo, por lo que los líderes tienen que hacerse ellos mismos. Mientras nuestras debilidades permanezcan ocultas, somos impotentes ante ellas. El proceso, a veces doloroso de sacarlas a la luz del día y entenderlas, es el primer paso para superarlas.

El aprendizaje de principios y técnicas de liderazgo, comunicación de índole emocional, espiritual, empresarial, etc., que apoyen el desarrollo de una correcta autoestima con base en el autoconocimiento, es muy escasa en nuestros estudiantes. Sin embargo, al consultar a gerentes, directivos y empresarios -líderes- de diversos sectores, un buen número de ellos opinan que la información y formación de este tipo es la que más ha influido en ellos y por lo tanto en su desarrollo personal, profesional y financiero; además de sus relaciones familiares, sociales y profesionales. ¿No será importante entonces que dediquemos esfuerzos a desarrollar estas competencias, independientemente de las profesiones a las que vayan a dedicarse nuestros estudiantes, que redunden en una mayor competitividad de nuestros jóvenes y sobre todo en una mejor sociedad y un mejor país? Porque evidentemente México no va bien, mejor dicho va peor, y es producto de lo que hemos hecho o dejado de hacer los mexicanos.

*Director de la Carrera de Ing. Mecánica, ITESM Campus Querétaro, jlortiz@itesm.mx


Artículo publicado en el Periódico “El Corregidor de Querétaro”, 13 de noviembre de 2009, p. 9.

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