6 de abril de 2010

Educación integral de excelencia


José Luis Ortiz Rosales*

Algunos de los problemas torales de nuestra sociedad tales como: elevada dependencia, subdesarrollo, desempleo, marginación, inseguridad, bajo ingreso, pobreza extrema en altos porcentaje de la población, entre otros; son signos inequívocos de la ineficacia del Sistema Educativo Nacional, que no ha contribuido de manera efectiva en el ascenso en la calidad de vida de la población en general, puesto que las sociedades actuales son reflejo de las políticas y prácticas educativas implementadas desde hace algunas décadas.

El mundo está siendo convulsionado por grandes cambios: apertura comercial, competitividad internacional creciente y agresiva, globalización, desarrollo científico y tecnológico acelerados, cambios en la geografía política por factores étnicos, económicos, políticos o religiosos; entre otros. Las sociedades han entrado a un proceso de modernización sin precedentes y las políticas educativas actuales deberán responder a estos cambios con la mayor eficacia posible, como fenómeno íntimamente relacionado con los procesos sociales, como componente dinámico de consolidación del bienestar del ser humano. Deberán satisfacerse los principios originales de la educación: ”La educación como proceso dentro de la sociedad, transmite la cultura, es decir, los valores, normas, pautas de comportamiento y conocimientos científicos y tecnológicos.”

La educación refleja las condiciones en que se encuentran las sociedades en las que se realiza. En México, la educación ha dado solamente respuestas parciales al desafío de contribuir al desarrollo que conlleve el ascenso de la calidad de vida de la población, permaneciendo en algunos casos como un factor que exacerba las desigualdades.

La Educación Superior debe adoptar un papel protagónico en el proceso de desarrollo de este milenio, a través de:

· El rescate e investigación de la historia, tradiciones, ideas e identidad.

· La identificación de objetivos cuyo cumplimiento responda a la solución de problemas regionales, nacionales y mundiales; presentes y futuros.

· El rescate y consolidación de los valores en la sociedad y de la formación humana de los educandos.

· Sentar las bases para el desarrollo sostenible mediante la transferencia y desarrollo de una infraestructura tecnológica y sobre todo científica.

· Manejo eficaz y eficiente de los recursos destinados a la educación.

· Reorganización de la estructura de los sistemas educativos nacionales para realizar los objetivos anteriores.

Un elemento fundamental en la educación de este milenio deberá ser la formación humana; por lo que es necesario el desarrollo de una serie de competencias genéricas, cuya necesidad parte de necesidades sociales, y que ello se plasme en los planes y programas de estudio a través de objetivos formativos, cuyo cumplimiento permita un desarrollo personal, profesional, familiar y social, sano y exitoso. Es particularmente relevante el crecimiento equilibrado de las facultades del individuo en todos los ámbitos del ser y del quehacer humano. La excesiva especialización en los niveles básicos y medios de la educación limita este crecimiento y proporciona sólo una perspectiva limitada del entorno, le impide a la persona comunicarse de forma efectiva con profesionales de otras áreas, restringe su trabajo en equipos multidisciplinarios y propicia una baja productividad del trabajo.

Es crucial comprender a profundidad que en los centros educativos se deben formar personas, más que profesionales o profesionistas. Personas comprometidas con ellos mismos y con su sociedad, para mejorarla en lo político, en lo económico y en lo social; para responder a los dilemas éticos para lograr la rentabilidad a largo plazo de las empresas e instituciones. Para ello se requiere que la formación del individuo sea humana en la concepción más amplia; en todos sus ciclos, pero fundamentalmente en los básicos y medios, ya que muchas personas sin haber alcanzado los niveles superiores, deben incorporarse al sector productivo y a la dinámica social.

La persona antes de tener calidad profesional debe desarrollar calidad humana.

*Director de la Carrera de Ing. Mecánica, ITESM Campus Querétaro, jlortiz@itesm.mx

Artículo publicado en el Periódico “El Corregidor de Querétaro”, 11 de septiembre de 2009, p. 9.

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