9 de febrero de 2009

Responsabilidad y Educación

José Luis Ortiz
Director de la Carrera de Ingeniería Mecánica,
ITESM Campus Querétaro,
jlortiz@itesm.mx


Enseñar a los niños y jóvenes a ser responsables requiere un ambiente adecuado en el hogar y en la escuela, que les ofrezca información sobre las opciones entre las que deben escoger y las consecuencias de cada una de ellas, y que les proporcione también los recursos necesarios para elegir bien.

Los niños y jóvenes necesitan unos referentes con los cuales identificarse para construir su identidad. Buscan principios, valores y actitudes que den sentido a su vida. El niño aprende lo que ve en su entorno, desde los hábitos cotidianos, hasta la forma de pensar, sentir, resolver conflictos y relacionarse con el mundo. Si los padres son tolerantes y solidarios, sus hijos al final los imitarán; si son respetuosos, valoran la naturaleza y cuidan el medio ambiente, sus hijos asumiránestos valores; si resuelven los conflictos dialogando, escuchando al otro, buscandosoluciones justas, sus hijos aprenderán a dialogar y a escuchar a los demás.

Uno de los signos de las deficiencias educativas de nuestro país es la irresponsabilidad. Solo basta analizar los noticiarios para percibirla en los pobres indicadores de nivel de aprendizaje escolar, la elevada deserción, la baja productividad en el trabajo, la saturación de los medios con mensajes que contaminan la mente de la niñez y la juventud, la inseguridad, la delincuencia, la corrupción, negligencia o ineptitud de algunas autoridades, etc.

La irresponsabilidad como acción o inacción, lleva consigo, el no cumplimiento de un acto u obligación asumidos de manera voluntaria u obligatoria, pero en cada caso, supone el desarrollo de una tarea o labor que compromete de nosotros una determinada función esperada o determinada previo acuerdo.

El curso de la historia ha sido cambiado en innumerables ocasiones a consecuencia de los errores e irresponsabilidades humanos. Asimismo, la industria, la ciencia, el comercio y en general la sociedad y la nación pierden vidas, tiempo, efectividad, calidad y millones de pesos por inconsciencia, disculpas y excusas de los irresponsables. Seguramente nos serán familiares frases como: se cayó, se me olvidó, no me fijé, tuve mala suerte, no le pregunté, se me pasó, no me acordaba, se me hizo tarde, yo creí, etc., que son típicas de una persona con estas características.

El pasado sábado 31 de enero, en la autopista, antes de llegar a la caseta en dirección Querétaro-Celaya colisionaron 20 automóviles, dejando una lamentable pérdida de 5 vidas, seres humanos que fueron víctimas de la irresponsabilidad, ignorancia, indolencia o inconsciencia, vaya usted a saber, de una “persona” que se ha convertido en un homicida imprudencial. Al parecer, lo que originó el incendio en el pastizal a un lado de la autopista fue la irresponsabilidad de un fumador que arrojó un cigarro desde el vehículo en el que viajaba, generando una gran cantidad de humo, que redujo gravemente la visibilidad de los conductores,. Observar estas acciones resulta ser tan cotidiano como cuando observamos que se arroja basura a través de las ventanillas de los automóviles, se contamina ostensiblemente el medio ambiente, los vehículos se detienen sobre los pasos peatonales, los autobuses urbanos invaden el carril en el que circulan medios de transporte de menores dimensiones, las señales de tráfico se ignoran, se compran y venden plazas en el sector público y en general se violan las leyes, los reglamentos, y las normas de convivencia. La raíz de esta problemática sigue siendo la misma: la mala educación.

Publicado en el periódico "El Corregidor de Querétaro", el 6 de Febrero de 2009, p. 6.

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