9 de febrero de 2009

La revolución arquitectónica de Santiago Calatrava

José Luis Ortiz
Director de la Carrera de Ingeniería Mecánica,
ITESM Campus Querétaro,
jlortiz@itesm.mx


En la especie humana han existido y existen personas que van contra la corriente, no siguen las reglas y tienen el valor para cuestionar lo establecido y romper paradigmas. Ellos son los que cambian e impulsan a la humanidad hacia adelante: en la ciencia, en el arte, en la cultura, en la tecnología, en la ideología de los hombres y en su conciencia.

La obra del extraordinario arquitecto e ingeniero valenciano Santiago Calatrava Valls, considerado como uno de los arquitectos de mayor renombre de las décadas recientes, ha constituido una auténtica revolución en la arquitectura contemporánea, caracterizada por la reunión de la arquitectura y la ingeniería; de la amalgama entre belleza, funcionalidad y desempeño, que ha tenido una gran influencia en la arquitectura contemporánea, sobre todo engrandes estructuras que se caracterizan por una extraordinaria estética y armonía. A diferencia de muchos arquitectos que ocultan las estructuras de sus edificios, Calatrava como ingeniero, las convierte en elementos esenciales y en obras de arte para constituir obras que obedecen la máxima “sugerir, nunca mostrar”. Esa sinergia entre la arquitectura y la ingeniería ha sido causa de que muchos arquitectos e ingenieros le critiquen, si bien esas críticas son a menudo producto del distanciamiento entre ambos campos de la construcción, que Calatrava ha reunido con gran éxito.

Calatrava nació en Benimámet, Valencia, 28 de julio de 1951. Desde los ocho años inició su formación como dibujante y pintor en las tierras valencianas, abundante en estupendos artistas. En 1969 inició sus estudios universitarios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia, en la que se graduó en 1973 con un posgrado en urbanismo. En 1975 prosiguió sus estudios de ingeniería estructural en Zurich, Suiza, en donde logra obtener un doctorado en 1979. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su trabajo entre los que destaca el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1999 y doce Doctorados Honoris en diversas universidades alrededor de todo el mundo.

Considerado un especialista en el diseño de puentes -aunque ha realizado trabajos de diverso tipo-, algunas de sus obras son: El Puente del Alamillo en Sevilla, La Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia, La Estación de Ferrocarril en Lieja -Bélgica-, el Puente de Europa en Orleans –Francia-, El Aeropuerto de Bilbao, El Puente de la Mujer en Buenos Aires, El Edificio Turning Torso en Malmö -Suecia- y El Complejo Olímpico de Deportes de Atenas. El puente del Alamillo, con una longitud de unos 200 metros, es considerado como el primer puente sustentado por cables en el que la plataforma se equilibra con el peso de la torre inclinada hacia atrás.

Calatrava será quien construya en breve el rascacielos más alto de los Estados Unidos. Este proyecto ha recibido el nombre de Chicago Spire, una torre de 610 metros de altura que se situará en la Ciudad de Chicago, Ill., convirtiéndose en un ícono y superando con creces a la actual Torre Sears, de 442 metros, situada en la misma ciudad. En Oviedo, España está llevando a cabo la obra del futuro Palacio de Congresos Princesa Letizia.

>Es Calatrava, uno de esos hombres que no pueden pasar inadvertidos. Criticado por algunos, altamente valorado y admirado por otros. Su audacia y sentido estético en propuestas innovadoras en la arquitectura e ingeniería estructural modernas le han conferido un sitio especial entre los artistas de los Siglos XX y XXI.

Publicado en el periódico "El Corregidor de Querétaro", 30 de enero de 2008, p. 6.

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