Ingenieros empresarios
José Luis Ortiz
¿Qué han tenido en común los
siguientes empresarios mexicanos?
·
Carlos
Slim Helú, Presidente del Grupo CARSO, uno de los conglomerados
más importantes de América Latina, que controla y opera gran cantidad de
empresas de los ramos industrial, comercial, automotriz, de infraestructura y
construcción. Carlos Slim ha sido considerado por la revista Forbes como la persona más adinerada del
mundo en los años 2010, 2011 y 2012.
·
Lorenzo
Zambrano, CEO -Chief
Executive Officer o Director Ejecutivo- de CEMEX, una de las mayores
cementeras del mundo, quien en reconocimiento a su destacada trayectoria
empresarial y compromiso con la responsabilidad social; ha recibido diversos
premios internacionales.
·
Eugenio
Garza Lagüera†, quien fuera Presidente Vitalicio del
Consejo de Administración de FEMSA,
empresa líder en América Latina, integrada por el embotellador de
Coca-Cola más grande del mundo y las tiendas de conveniencia OXXO; del Tecnológico
de Monterrey y de Bancomer.
Estos tres grandes
personajes empresariales mexicanos han tenido en común el ser ingenieros:
Carlos Slim, Ingeniero Civil; Lorenzo Zambrano, Ingeniero Mecánico y Eugenio
Garza Lagüera, Ingeniero Químico.
¿Qué han tenido en común los
siguientes empresarios estadounidenses?
·
Bill Gates, cofundador
de la empresa de software Microsoft™, productora del sistema
operativo para computadoras personales más utilizado en el mundo, Microsoft Windows™, el segundo hombre
más rico del mundo, después del Ing. Slim, según la revista Forbes (2011), con una fortuna de 56 mil
millones de dólares.
·
Steve Jobs†, quien
fuera empresario y magnate de los negocios del sector informático y de la
industria del entretenimiento; cofundador y CEO de Apple™ y máximo accionista individual de The Walt Disney Company™.
·
Henry Ford†, quien fuera fundador de la compañía Ford Motor Company™ y padre de las
cadenas de producción modernas utilizadas para la producción en masa.
Aunque ninguno de los tres
terminó sus estudios formales de ingeniería, los dos primeros estuvieron
matriculados en centros universitarios en los que adquirieron las ideas,
conceptos y aplicaciones fundamentales de la Ingeniería de Software. Ford, por su
parte, adquirió la curiosidad, los conocimientos y desarrolló las habilidades
básicas de la ingeniería a partir del impacto que le causó una máquina de vapor
estacionaria que podía ser usada para actividades agrícolas, esta experiencia
fue la que le “enseñó que era por instinto un ingeniero”.
Seguramente, alguna vez se
habrá preguntado ¿Por qué muchos de los empresarios más exitosos y prominentes
de México y del mundo han sido y son ingenieros? ¿Es una tendencia natural que los
ingenieros sean los encargados de crear y desarrollar empresas exitosas?
Si analizamos el origen de la
palabra ingeniería, proviene del vocablo latino ingenerare, que significa crear. Un buen ingeniero es un creador y
creativo por vocación y por formación; un creador de ideas, proyectos y
empresas en los que se implican como verdaderos ideólogos y dirigentes de la
actividad empresarial.
Un emprendedor es la persona
que se aventura y arriesga a llevar a cabo la tarea de iniciar un negocio o
empresa. A partir de aquí, todos podemos ser emprendedores. Sin embargo, lo que
necesita un emprendedor es tener ideas, ser creativo, correr riesgos con base a
evaluaciones de la factibilidad de los proyectos y tener las agallas para
acometer hacia lo desconocido; que aunque no sea solamente terreno exclusivo de
los ingenieros, son ellos quienes han generado estructuras de pensamiento,
conocimientos, habilidades, actitudes y valores durante su formación y práctica;
independientemente del campo del que provengan. Más vale una idea mediocre
llevada a la realización que cien ideas brillantes en la inacción.
Cierto es que el desarrollo
de las tecnologías está haciendo que el campo de la ingeniería sea un auténtico
hervidero de ideas, proyectos y creaciones. Sin embargo, además hace falta
gente con autoestima y carácter querer llevar adelante esos planes. Vince Lombardi, el legendario Coach de Futbol Americano, encontró que “la diferencia entre los triunfadores y los
que no lo son no es la inteligencia, la fortaleza o los conocimientos; sino el
deseo”. Sin embargo “la actitud no lo es todo”, lo es casi todo; también
hace falta una buena dosis de inteligencia desarrollada por una educación
adecuada –formal o informal–, pero sí de forma planeada y estructurada.
Eliyahu
Goldratt, en su libro “La Meta”, determina que precisamente la
meta de las empresas es “ganar dinero”. La piedra angular de cualquier empresa
no es la ingeniería, ni la producción, ni la calidad; sino las ventas. No sirve
ser innovadores, producir, generar calidad, tener el mejor producto o el mejor
servicio; si no se vende. Cuando el ingeniero es creativo y aprende a vender, a
desarrollar las competencias para posicionarse en el mercado y consolidar su
negocio al provocar que el mercado le perciba como un recurso valioso, tiene
amplias posibilidades de éxito, pues la gente no busca productos o servicios, sino
soluciones; y los ingenieros han incorporado como parte de sus rutinas, las
competencias para la solución de problemas de una forma simple y efectiva.
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