30 de enero de 2012

¿Qué es la Ley de la Atracción y cómo funciona?

"Todo lo que somos es el resultado de nuestros pensamientos".
Buda

Muchas veces creemos que si nos sucede algo bueno, ha sido consecuencia del azar; no confiamos en nuestra propia capacidad para atraer el éxito, en el poder de nuestros pensamientos, actitudes y acciones para lograr que las cosas ocurran. Si nos sucede algo bueno, generalmente lo atribuimos a "la buena suerte" a "las predicciones de los astros" o simplemente a "la casualidad", como si se tratara de algo que no depende de nosotros, como si nosotros no pudiésemos ser los arquitectos de nuestro propio destino, como lo expresa el célebre poema de Amado Nervo. Hoy sabemos que cada uno de nosotros es capaz de atraer o alejar el éxito y la felicidad según sus propios pensamientos, creencias, actitudes y acciones. Terminamos por convertirnos en lo que pensamos. Ese es precisamente el fundamento de la Ley de la Atracción.

¿Cuántas veces ha escuchado esto?: "Yo creo en la Ley de Atracción pero a mí no me funciona", "La Ley de Atracción existe pero no sé cómo usarla", "La verdad he atraído cosas positivas a mi vida pero a veces no lo logro". ¿Sabía que ha usado la Ley de Atracción desde que tiene consciencia adulta? ¿Sabía que la Ley de Atracción forma parte de su naturaleza humana? No es una hipótesis, ni una teoría: es una ley y como tal tiene aplicación universal.

Esta ley has sido conocida y aplicada por los hombres y las mujeres más grandes, poderosos e influyentes de la historia de la humanidad como Buda, Jesucristo, San Ignacio de Loyola, Albert Einstein, Winston Churchill, Martin Luther King, La Madre Teresa, Bill Gates, etc. En términos simples, La Ley de la Atracción indica que atrae hacia su vida aquello en lo que enfoca su pensamiento de manera constante. Usted es una especie de imán viviente: atrae todo aquello en lo que piensa -bueno o malo, consciente o inconscientemente-. Si piensa positivamente, atraerá situaciones y cosas positivas; si piensa negativamente, atraerá situaciones y cosas negativas. Si sus pensamientos dominantes se encuentran constantemente enfocados en obtener resultados positivos, en sus fortalezas o en hábitos de éxito, entonces eso será lo que se manifieste en su vida. En otras palabras: aquello en lo que se enfoca tiende a expandirse en su vida. Una vez que acepte que usted es el fabricante de su propia realidad, verá que tiene el poder para cambiar esa realidad. La gente feliz y alegre parece que atrae a otra gente alegre y feliz. La persona que posea conciencia de prosperidad parece que encuentra ideas y oportunidades para hacer dinero. La Ley de Atracción actúa en todas partes y en todo momento.

"Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino."
Séneca

Los principios de la Ley de la Atracción se encuentran constituidos por simples normas que están al alcance de cualquier persona.

Todos podemos aprenderlas y practicarlas hasta incorporarlas a nuestra vida en forma de hábitos. Sin embargo, para hacerlos parte nuestra, es necesaria la actividad disciplinada al repetirlos una y otra vez de manera sistemática y con un fin en mente. Esta ley es sin lugar a dudas la forma más corta y rápida para crear mejores relaciones, una salud óptima, mayores satisfacciones personales y gran prosperidad en la vida.

"Da tu primer paso con fe, no es necesario que veas la escalera completa, sólo da tu primer paso con fe."
Martin Luther King

Mucha gente no sabe cómo trasladarse desde el sitio en el que encuentra hasta dónde quiere llegar. Con la Ley de Atracción, sin embargo, no es necesario tener todas las respuestas antes de comenzar. Siempre que tenga claro lo que quiere y con la clase de gente que le conviene asociarse, terminará arrastrándola hacia su vida.

Para atraer resultados positivos podemos iniciar desarrollando el hábito del agradecimiento: Le sugiero que elabore una lista de aquellas cosas o situaciones que puede agradecer. Agradezca todos los días: agradezca este nuevo día que le ha dado la vida, tener vida, salud, contar con la riqueza invaluable de aquello que no cambiaría por dinero. Notará que poco a poco su lista se expande. Notará un cambio de actitud en usted y ese cambio es como la atracción encuentra el camino hacia usted.

"Trabaja como si el éxito dependiera de tu propio esfuerzo, pero confía como si todo dependiera de Dios."
Máxima Jesuítica

En el Nuevo Testamento se encuentran numerosas referencias que ponen de manifiesto que la Ley de la Atracción, lejos de ser un planteamiento esotérico, en su esencia encierra muchos de los principios que Jesús compartiera con sus discípulos. La Biblia dice: "Pidan, y se les dará"; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre". (Mateo 7:7-8). De las personas que utilizan correctamente la Ley de Atracción se dice en ocasiones que tienen "suerte". Si su suerte consiste en haberse preparado disciplinadamente, desarrollado la actitud correcta, actuado sensatamente y con fe para obtener los resultados que deseaban, aprovechando los beneficios de la Ley de la Atracción; efectivamente, esas personas "han tenido mucha suerte"; tal como la tuvieron un puñado de jesuitas liderados por San Ignacio de Loyola hace ya casi cinco siglos, que llegaron e hicieron alrededor del mundo, lo que nunca antes un europeo hubiese siquiera imaginado y que hoy se han constituido, no obstante los innumerables obstáculos con los que se han enfrentado, en la compañía religiosa más exitosa de la historia.

"Haz al prójimo lo que quieres que el prójimo te haga a ti."
Jesucristo

Esta frase es la Regla de Oro que Jesucristo resumió en un pensamiento y que es probablemente la regla más importante del mundo.

Existen muchas personas egoístas, de tal forma que los pocos individuos que sin egocentrismos tratan de servir a los demás obtienen enormes beneficios. La mejor forma de pedir es dando, ya que "el que da, recibe". Esta es una de las mejores expresiones de la Ley de la Atracción. Si se pensara más en el punto de vista del prójimo, podríamos despertar un deseo ferviente en nosotros con el que ambos saldríamos beneficiados. Mucha gente va dando tumbos por la vida queriendo forzar a los demás a que se interesen por ella y no logran comprender que una persona está cien veces más interesada en ella misma que en sus propios problemas y en satisfacer sus necesidades que en los nuestros. Así que comprender y después ser comprendido es uno de los Hábitos de la Gente Altamente Efectiva y piedra angular de la Ley de la Atracción, que ha sido mencionado por personajes tan respetados e influyentes de la historia, como Sócrates, Jesucristo, Gandhi, Carnegie, Covey, Chopra, etc.

Publicado en El Corregidor de Querétaro, 15/5/09.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.