27 de abril de 2009

Conferencia "La Alegría de Vivir"


El pasado viernes 24 de abril de 2009, se presentó la conferencia "La Alegría de Vivir" en la Sala Audiovisual "Santo Tomás" del Colegio Fray Luis de León para todos los alumnos de preparatoria.


24 de abril de 2009

Conocerse a uno mismo

José Luis Ortiz*

En el umbral del Siglo XXI, el mundo se encuentra sometido a enormes cambios, a un proceso de grandes transformaciones y posibilidades. Además de la era de la economía del conocimiento, estamos presenciando la revolución de las relaciones humanas. Los líderes que estamos formando, deberán tener una visión real y un sentido de los valores de las organizaciones que deseen conducir, deberán saber explotar al máximo la creatividad y el talento existentes dentro de sus sociedades para poder competir exitosamente. Sabemos que en el mundo actual, lo único constante es el cambio; por lo tanto, lo que cuenta no es lo que sabemos, porque frecuentemente lo que sabemos es obsoleto; lo que realmente importa es qué tan rápidamente se puede aprender. Es indispensable asumir en una educación integral, que la parte más difícil al dirigir una empresa consiste en liderar al personal, en aprender a conducir hombres en situaciones difíciles.

En las mejores universidades del mundo se ha producido un alto grado de satisfacción respecto a la formación técnica de los estudiantes graduados. Estos brillantes jóvenes pueden resolver problemas complejos y desarrollar planes de negocios. Pero cuando llega el momento de demostrar sus técnicas de relaciones humanas, se ha encontrado que se requiere multiplicar esfuerzos en el desarrollo de competencias de liderazgo, comunicación oral y escrita, trabajo en equipo y otras habilidades humanas.

Conócete a ti mismo”: esta frase es clásica en el pensamiento griego. En todos los tiempos muchos pensadores han reflexionado sobre ella con variados matices siguiendo el ejemplo de Sócrates y Platón.

Solo quienes conocen sus debilidades pueden enfrentarse a ellas e incluso superarlas. Los profesionales, gerentes y directivos cuyas carreras se estancan por falta de confianza en ellos mismos pueden renovar su trayectoria ascendente si identifican y atacan sus debilidades. Sin embargo nadie puede hacer que otro se conozca a sí mismo, por lo que los líderes tienen que hacerse ellos mismos, otras personas pueden ayudar, por supuesto, mediante una dirección adecuada que señale el derrotero a seguir para el descubrimiento personal. Todo liderazgo comienza por el liderazgo de sí mismo. Mientras nuestras debilidades permanezcan ocultas, somos impotentes ante ellas. El proceso, a veces doloroso de sacarlas a la luz del día y entenderlas, es el primer paso para superarlas.

Muchas personas invierten tiempo, dinero y esfuerzo en adquirir las credenciales y destrezas profesionales necesarias para el éxito. Los líderes invierten igualmente en sus destrezas humanas, en sus competencias para conducir.

Nadie que carezca de habilidades técnicas sería tan ingenuo de ingresar a una empresa creyendo que va a tener éxito, ¿quién se imagina que va a ser un buen ingeniero sin saber de Matemáticas y Física, o un buen abogado si haber estudiado Derecho? Sin embargo somos tan ingenuos que creemos que los que no se conocen a sí mismos –sus virtudes, debilidades, valores y visión del mundo pueden a la larga alcanzar el éxito–.

Para desarrollar la autoestima es necesario rescatar primero el autoconocimiento a través de la introspección. Como segundo paso adquiriremos un autoconcepto, del conocimiento que tenemos de nosotros mismos, al ser objetivos y realistas. A partir del autoconcepto, si este es veraz y objetivo derivamos una serie de acciones –autoevalución–. Necesitamos aprender a autoevaluarnos para que de ello se produzca la autoaceptación –que nos aceptemos como somos– y como consecuencia obtenemos el autorespeto con una Actitud Mental Positiva. Para reconocer nuestra grandeza y explotarla, porque si una persona no se autorespeta, ¿cómo podemos esperar que los demás lo hagan?

Todos queremos ser mejores desarrollando todas nuestras potencialidades de forma integral y armónica. Afortunadamente, todo el mundo posee las capacidades de cultivar las destrezas de liderazgo si hace la inversión introspectiva que las desarrolla.

Artículo publicado en el periódico “El Corregidor de Querétaro”, el día 24 de Abril de 2009, p. 5.

22 de abril de 2009

Currículum Vitae

Dr. José Luis Ortiz


Es Doctor “Cum Laude” en Ciencias Químicas por la Universidad Politécnica de Valencia, España.

Maestro en Ciencias, graduado con Mención Honorífica por el Instituto Tecnológico de Morelia.

Químico Metalúrgico (mejor promedio de su generación) egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Actualmente es Director de la Carrera de Ingeniería Mecánica del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro.

Ha sido profesor desde 1981 en la Universidad Autónoma de Querétaro, Universidad La Salle, Universidad Politécnica de Valencia, Instituto Tecnológico de Zacatecas, Instituto Tecnológico de Querétaro y del Tecnológico de Monterrey, Campus Zacatecas.

Ha publicado varios artículos científicos en revistas internacionales indizadas y presentado ponencias en varios congresos internacionales.

Ha sido columnista del periódico “El Financiero” y actualmente escribe para los periódicos “El Corregidor de Querétaro” y “Familia Unida”, además de la Revista “Aluminia” -Órgano Informativo del Instituto Mexicano del Aluminio-, en temas de educación, liderazgo y desarrollo humano.

Es autodidacta y ha sido ponente y conferencista en temas de Tecnología, Educación, Desarrollo Humano y Liderazgo para instituciones educativas, gubernamentales y empresas en Colombia, Chile, España, Estados Unidos y México.

Es colaborador del Municipio de Querétaro en asuntos de la familia y de la Legislatura Local en temas de Liderazgo y Desarrollo Humano.

Ha sido premiado en 2004 con el Borrego de Oro al mejor profesor y designado por seis ocasiones como el mejor profesor de la generación de graduados de profesional y maestría del Campus Querétaro del Tecnológico de Monterrey.

Ha recibido en tres ocasiones el Premio al Mérito Docente por parte del Consejo Estudiantil del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro, por su destacada participación en la formación integral de los estudiantes.

20 de abril de 2009

Comunicación efectiva

Ejemplo de la actividad de comunicación efectiva en el curso de Ingeniería de Materiales II.


El Camino Fácil y Rápido para Hablar Eficazmente

Por Francisco Pinedo González, alumno de 6° Semestre de Ingeniería Mecánica Administrativa.

Profesor: José Luis Ortiz

Tema del discurso: Biomateriales


Tengo que admitir que en los casi 6 semestres cursados en la universidad ITESM, hablar eficazmente en público no era algo que considerara de mucha importancia, un pensamiento muy ignorante y probablemente inmaduro de mi parte.

Hablar eficazmente es una habilidad que abre innumerables puertas, crea oportunidades, te rodea de gente, crea conexiones además de ahorrarte una gran cantidad de problemas por tener una buena comunicación con el ambiente en el que te encuentres, ya sea social, laboral o familiar.

Cuando empecé la lectura de el libro de Dale Carnegie, “El camino fácil y rápido para hablar eficazmente”, sinceramente solo lo hice solo por cumplir con una tarea adicional, cumplir con la calificación, cumplir con el promedio requerido para mantener la beca, ahora veo que yo padecía de el “síndrome de estrictamente lo necesario”, no veía mas allá de la calificación, afortunadamente al empezar la lectura mi mentalidad fue cambiando poco a poco, al ir leyendo los principios y ejemplos que se redactaban en el libro mi interés iba creciendo conforme las páginas se iban acabando, concluyendo al final la lectura con una mentalidad muy diferente a la que había empezado ésta.

Esa fue la primera etapa de mi aprendizaje, lo teórico, lo que seguía era aplicar lo leído a la vida, y fue así como empezó mi segunda etapa de aprendizaje.

En cuanto se me presentaban oportunidades las aprovechaba para expresar mis ideas, esto no funcionó tan bien como imaginaría que sería, las palabras se me escapaban y mis ideas se desordenaban pero eso no me desmotivo, estaba muy conciente que adquirir esta habilidad tiene altas y bajas, es como aprender a andar en bicicleta, al principio puedes tener caídas fuertes, pero con la práctica la llegaras a dominar, de esta manera seguí aprovechando oportunidades.

La fecha de mi presentación frente a mis compañeros de clase se aproximaba y yo no me sentía preparado para mi presentación, un sentimiento de inseguridad que me motivo a prepararme más hasta que éste desapareciera.

Al momento de elaborar mi discurso traté de apegarme lo más posible a lo que leí de Carnegie, empezando por la adquisición de conocimientos básicos, leyendo en libros, investigando con expertos en el tema y un poco en Internet, teniendo siempre en cuenta mi objetivo en mente “Éxito”, mi único objetivo era una presentación que entretuviera y a la vez informara a mis compañeros.

Observando a mis compañeros que se presentaban antes que yo podía observar posibles errores que se pudieran presentar en mi presentación, yo comprendía bien las circunstancias relacionadas con el temor a hablar en público y por esta razón me preparaba para estos posibles errores, más nunca paso por mi mente imitar a un compañero por mas buena que haya sido su presentación.

Mi preparación se conformo principalmente en el desarrollo de confianza y mi predisposición, yo sabía lo que quería y estaba convencido de lo que quería, en lo personal para mi eso es básico no solo en la preparación de un discurso sino en la vida, muchas personas pueden vivir su vida entera sin saber lo que quieren en realidad.

Ya convencido de lo que quería y con conocimientos básicos empecé a reunir y ordenar mis ideas, primero anotándolas como puntos a mencionar y posteriormente mencionarlas sin ningún apoyo visual, pero sin olvidar que el discurso no se debe aprender.

Ya con mis ideas ordenadas lo que seguía era limitar el tema, el discurso tenia que tener una duración de 15 minutos aproximadamente, tiempo que no me bastaba en lo absoluto para compartir todo aquello que había investigado, esta limitación de tiempo fue una ventaja para mi ya que me daba un poder de reserva muy amplio.

Ya con el derecho de hablar que había adquirido tras mi extensa investigación sobre el tema tengo que admitir que sentía una ansiedad por compartir el discurso con mis compañeros, era tanta la información y tan interesante a mi parecer que temía olvidar algún detalle, así que aproveche una vez mas para practicar y le pedí de favor a un amigo que escuchara mi presentación, el accedió y me ayudo a hacer mejoras en ésta.

La fecha llegó y el miedo que acostumbraba abrazarme minutos antes de discursos anteriores no estaba presente, fue así como supe que estaba preparado para compartir mi discurso, el maestro introdujo mi tema y pase al frente a hablar.

Ya en el frente traté de actuar con confianza y empecé con el discurso, en mi presentación utilicé principios de Carnegie como los apoyos visuales y hacer participar al auditorio mediante preguntas, de esta manera me fui sumergiendo en el tema de tal forma que mi discurso pasó a ser una conversación con el auditorio, trataba de dar detalles de todo aquello que había investigado y personalizar también el discurso utilizando nombres, en este caso el nombre del experto que consulte para mi compilación de información.

La conversación se tornó tan amena que perdí la noción del tiempo, y a pesar de no haber cronometrado el discurso podría apostar que estuvo por encima del promedio de las presentaciones de todos mis compañeros. De esta manera, al terminar mi presentación, concluyó también mi segunda etapa de aprendizaje. El aprendizaje no fue la habilidad de hablar en público, sino la conciencia que despertó en mí esta vivencia, ahora puedo ver lo importante y determinante que será el desarrollo de esta habilidad en mi vida laboral, familiar y social.

14 de abril de 2009

Conferencia "Liderazgo positivo"


Reportajes de la Conferencia Liderazgo positivo, celebrada en la Universidad Tecnológica de San Juan del Río.

http://www.legislaturaqro.gob.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=3862&Itemid=2

http://inqro.wordpress.com/2009/03/18/las-acciones-de-los-jvenes-puerta-y-ventana-del-futuro-roberto-cabrera/

Frase del día

"Dime cuánto sirves y te diré cuánto vales".

José Luis Ortiz

El Precio del Éxito

José Luis Ortiz, Artículo publicado en el periódico "El Corregidor de Querétaro", el día Viernes 3 de Abril de 2009, p. 9.


“El fracaso no me sobrecogerá jamás, si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.”


Og Mandino


¿Cuántas veces nos damos por vencidos a la primera sobrándonos pretextos, justificaciones, excusas, -mentiras con apariencia de verdad- para no insistir, porque en el fondo no queremos pagar el precio? ¿Sabemos lo que queremos?, ¿Estamos conscientes de lo que cuesta llegar? El esfuerzo y la disciplina son la colegiatura que debemos pagar para lograr alcanzar la meta. El precio implica un arduo trabajo que consiste en tener que cargar con un peso y realizar un esfuerzo. Todos decimos que queremos lograr éxitos, pero tarde o temprano nuestro nivel de actividad debe alcanzar nuestro nivel de intención. Hablar de éxitos es una cosa, pero hacer que éstos ocurran es otra muy distinta. Por esa razón tenemos que forzarnos en el presente para sentir el dolor leve de la disciplina. De cualquier forma deberemos sufrir uno u otro dolor - el dolor de la disciplina, o el dolor del pesar o remordimiento - pero la diferencia es que el dolor de la disciplina pesa solamente gramos comparado con el dolor del remordimiento que pesa toneladas. El verdadero enemigo del éxito no es el fracaso; sino el conformismo y la mediocridad disfrazados en forma de excusas, pretextos o justificaciones ante los demás y ante nosotros mismos que nos dejan estancados en una zona de confort aparente y que nos inmovilizan a la acción, por ejemplo cuando se tiene un trabajo mediocre que apenas proporciona un salario para sobrevivir, porque al menos se tiene algo que es mejor que nada. O cursar sin pena y sin gloria una carrera profesional con tal de tener después de cierto tiempo un documento que acredite ciertas “competencias” profesionales.

¿Por qué no hacer un segundo esfuerzo cuando no se tienen los resultados esperados a la primera oportunidad? ¿Por qué darnos por vencidos tan pronto? Si se tiene suficiente determinación seguramente se alcanza el éxito. Los principios que se aplican a la formación de un equipo de futbol pueden aplicarse a casi cualquier aspecto de la vida. Por ejemplo a las ventas: lo bien que se lleve la pelota y si se logra o no un gol depende de unas cuantas reglas básicas. Generalmente somos mejores vendedores de lo que pensamos. Sí, todos somos vendedores: de imagen, ideas, proyectos, servicios o productos. Nuestros estándares están determinados por nuestro sistema de creencias, así, normalmente somos mejores de lo que pensamos. Muchos pensamos que no somos tan buenos y esas creencias y actitudes limitantes, nos impiden en muchas ocasiones alcanzar el éxito. Tales declaraciones pueden estar disfrazadas de verdad, tal como sucede en la aparente sabiduría popular, cuando se enuncian frases como “árbol que crece torcido, nunca su tronco endereza”. Estas falsas ideas derivan en actitudes inadecuadas, ya que si ya hemos crecido y somos así, sería inútil cambiar, sencillamente porque creemos que no podremos hacerlo.

El mejoramiento de nuestro sistema de creencias que define nuestros estándares, además de la actividad disciplinada, son dos piezas claves que forman parte del precio que debemos pagar para alcanzar el éxito.