19 de enero de 2009

Suprima sus preocupaciones y sea feliz

José Luis Ortiz
Director de la Carrera de Ingeniería Mecánica,
ITESM Campus Querétaro,
jlortiz@itesm.mx


La preocupación es una enfermedad emocional, cada vez más frecuente, que nos impide disfrutar plenamente la vida. Se ha estimado que el setenta por ciento de los pacientes que acuden a los médicos podrían curarse a sí mismos con solo liberarse de sus temores y preocupaciones. El miedo, la preocupación, el odio, el resentimiento, el egoísmo y la incapacidad para ajustarse al mundo real son causantes de enfermedades tales como úlceras, presión arterial elevada, diabetes, artritis, jaquecas, algunos tipos de parálisis, ingestión nerviosa e incluso enfermedades infecciosas como la gripe, las caries y algunas afecciones cutáneas, ya que las preocupaciones deterioran gravemente nuestro Sistema Inmunológico de Defensa. Platón dijo que el mayor error que cometen los médicos es intentar la curación del cuerpo sin intentar la curación del alma. Hoy sabemos que alma, mente y cuerpo son uno y no deben tratarse separadamente. El Dr. Deepak Chopra, autor del libro “La Curación Cuántica” es uno de los principales científicos dedicados en la actualidad a este tratamiento integral con resultados altamente reveladores.

La preocupación destruye además nuestro principal atractivo, nuestra buena presencia; ya que una persona preocupada difícilmente sonríe y la sonrisa es el mejor alimento emocional y maquillaje del que podemos disponer, hombres y mujeres. Pocas cosas pueden envejecer a una persona y destruir su buena presencia más rápidamente que la preocupación.

Las preocupaciones son sombras que se apoderan de nosotros y que pertenecen al pasado o que no se han vivido aún y que las hacemos realidad con el poder de nuestra mente. ¿Por qué preocuparnos por cosas que ya han pasado y aquellas que no lo han hecho y no sabemos si realmente pasarán? Sabemos, que en promedio, el noventa y nueve por ciento de las cosas que nos preocupan no sucederán jamás. Entonces ¿por qué preocuparse por eventos tan poco probables?

La preocupación frecuentemente se convierte en un hábito destructivo, ¿cómo podemos contrarrestarla e incluso suprimirla? Séneca dijo: “Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino.” Nuestros pensamientos definen nuestros destinos: somos lo que pensamos. Por lo tanto, para suprimir el hábito destructivo de la preocupación debemos sustituirlo pensando positivamente. Podemos empezar por actuar y terminaremos por creer. Este es un buen ejercicio emocional: sonría, sea amable con el prójimo, vea cada momento de su existencia con optimismo; poco a poco esto se convertirá en un hábito positivo. Viva cada momento de su existencia como el más importante, ya que de hecho, lo es; es su posesión más valiosa, es lo único que realmente tiene: el aquí y el ahora; ya que el ayer solamente son recuerdos y el futuro solamente sueños, que no sabe si se van a realizar. Conténtese con vivir el único tiempo que le está permitido vivir: desde ahora hasta que se acueste. Todo el mundo puede soportar su carga, por pesada que sea, hasta la noche. Todo el mundo puede realizar su trabajo, por duro que sea, durante un día. Todo el mundo puede vivir suavemente, pacientemente, de modo amable hasta que el sol se oculte.

La preocupación no nos lleva a ninguna parte, más aún nos impide pensar con claridad y tomar las mejores decisiones. Una de sus peores características es que impide nuestra capacidad de concentración. Los problemas deben enfrentarse sin preocuparse, para llegar a soluciones satisfactorias. En muchos problemas, la confusión es la principal causa de las preocupaciones, por lo que debemos tomarnos el tiempo para plantearlo serenamente, de preferencia por escrito. Recordemos que un problema bien planteado ya tiene la mitad de la solución. J.C. Penney, fundador de la cadena homónima de amplitud internacional, llegó a expresar: “No me preocuparía ni por perder hasta el último dólar, porque no veo que se gana preocupándose. Hago las cosas lo mejor que puedo y dejo los resultados en el regazo de los dioses”.

El mantenerse ocupado y alcanzar el “Estado de Flujo” es un medio sumamente efectivo para expulsar la preocupación de nuestra mente. Ya que es muy difícil preocuparse cuando se hace algo que nos exige planes y meditación. El gran hombre de ciencia Louis Pasteur habló del estado de paz que se encuentra en las bibliotecas y los laboratorios, ya que en esos lugares, las personas se encuentran demasiado enfrascados por sus tareas para preocuparse.

El “Flujo” es un estado de olvido de uno mismo, lo opuesto a la cavitación y la preocupación. En lugar de quedar perdida en una nerviosa preocupación, la persona que se encuentra en un Estado de Flujo está tan absorta en la tarea que tiene entre manos que pierde toda conciencia de sí misma y abandona las pequeñas preocupaciones –la salud, las cuentas por pagar e incluso la preocupación por hacer las cosas bien– de la vida cotidiana.

Nuestra paz interior y nuestra alegría dependen no de dónde estamos, qué tenemos, que hacemos o qué somos, sino únicamente de nuestra actitud mental. Tener una Actitud Mental Positiva al disfrutar plenamente lo que somos, lo que hacemos, en lugar en el que nos encontramos y lo que tenemos –sobre todo aquello que es tan valioso que no puede comprarse con dinero, como la vida, la salud, el amor, la amistad–, sin proyectarnos en el pasado que no volverá y en el futuro incierto, producirá en nosotros un efecto de mayor salud y alegría.

Publicado en el periódico: "El Corregidor de Querétaro", los días 9 y 16 de enero de 2009, p. 9 y 8 respectivamente.

6 de enero de 2009

Resumen de la conferencia "Ingeniería Humana"

José Luis Ortiz
Director de la Carrera de Ingeniería Mecánica,
ITESM Campus Querétaro,
jlortiz@itesm.mx



Conferencia
Ingeniería Humana
Resumen

Una de las mayores experiencias que puede llegar tener el ser humano es la de tener influencia sobre las personas: en su desempeño escolar, en su trabajo, en su familia, en la sociedad y hasta en sus vidas. Esta es una de las principales características del liderazgo.

Dale Carnegie, en su libro: “Cómo Ganar Amigos e Influir sobre las Personas” ha mencionado que tratar con la gente, es el mayor problema que afronta cualquier persona. Estudios auspiciados por la Fundación Carnegie han revelado que aún en ramos tan técnicos como la ingeniería, alrededor del 15% del éxito financiero de cada uno se debe al conocimiento técnico y alrededor del 85% se debe a la habilidad en la Ingeniería Humana: la personalidad y la capacidad para tratar e influir en la gente.

¿No deberían tenerse estrategias, acciones y cursos en nuestras universidades para desarrollar la habilidad más preciada entre todas?

2 de enero de 2009

La preocupación es capaz de crear falsos recuerdos en la memoria

Una investigación descubre mecanismos cerebrales del circuito del miedo

Para ver el artículo de click aquí

El Poder del Pensamiento

La Curación Cuántica (Medicina Cuerpo-Mente-Espíritu), Dr. Deepak Chopra

Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7

Necesitamos líderes no jefes

Miguel Angel Cornejo


La autoridad estará en crisis cuando quien manda se contente con ser un administrador (jefe), sin decidirse a convertirse en líder. Lo que necesita una nación o cualquier grupo, grande o pequeño, es tener al frente, no a un oportunista arrogante, sino a un servidor sincero.

¿Qué diferencias existen entre el jefe y el líder?

Para el jefe, la autoridad es un privilegio de mando; para el líder, un privilegio de servicio. El jefe ordena: "Aquí mando yo"; el líder dice: "Aquí sirvo yo"; el jefe empuja al grupo y el líder va al frente, comprometido con sus acciones.

El jefe existe por la autoridad; el líder, por la buena voluntad. El jefe cree que es suficiente una investidura de mando conferida desde fuera para conformar a su gusto el pequeño planeta sobre el que impera. El líder no necesita exhibir ante sus súbditos credenciales de legítima autoridad; su empeño generoso, su dinamismo mágico y su actitud de entrega son las mejores cartas con que los seguidores se enteran de que tienen una autoridad que no necesita imponerse por argumentos externos, sino por ejemplos entrañables. La autoridad del jefe impone; la autoridad del líder subyuga y enamora.

El jefe inspira miedo, se le teme, se le da vuelta; se le sonríe de frente y se le critica de espaldas; tal vez se le odia en secreto. El líder inspira confianza, inyecta entusiasmo, envuelve a los demás en aire de espontánea simpatía, da poder a su gente; cuando él está presente fortalece al grupo. Si temes a tu superior, es que tu superior es un jefe; si lo amas, es un líder.

El jefe busca al culpable cuando hay un error. El que la hace la paga, sanciona, castiga, reprende, en apariencia pone las cosas en su lugar, cree haber arreglado el mundo con un grito y una infracción, pero ha cortado la rama torcida.

El líder jamás apaga la llama que aún tiembla, jamás corta el tallo que aún verdece; corrige, pero comprende; castiga, pero enseña; sabe esperar. Por eso no busca las fallas por el placer sádico de dejar caer el peso de la autoridad sobre el culpable, sino que arregla las fallas y de paso rehabilita al caído.

El jefe asigna los deberes, ordena a cada súbdito lo que tiene que hacer: "A ti te tocó esta parcela de la izquierda, a ti, ésta de la derecha; ahora a trabajar y cumplir cada cual con lo suyo, mientras contemplo desde mi sillón cómo ustedes se movilizan y... ay del incumplido!" El líder da el ejemplo, trabaja con los demás, y como los demás, es congruente con su pensar, decir y hacer; su deber es el propio de todos, va al frente marcando el paso.

El jefe hace del trabajo una carga; el líder, un privilegio. Los que tienen un líder, pueden cansarse del trabajo, pero jamás se fastidian, porque el magnetismo del líder abre ventanas a los ideales que delatan la alegría de vivir, de trabajar.

El jefe sabe cómo se hacen las cosas; el líder enseña cómo deben hacerse. Uno se guarda el secreto del éxito; el otro lo enseña, capacita permanentemente para que su gente pueda hacer las cosas con autonomía y eficacia. Uno no se toma la molestia de señalar caminos; el otro vive poniendo flechas indicadoras para lograr el éxito.

El jefe maneja a la gente; el líder la prepara. El jefe masifica a las personas, las convierte en número y en fichas, deshumaniza súbdito por súbdito hasta quedarse sin rostro ni iniciativa.

El líder conoce a cada uno de sus colaboradores, los trata como personas, no los usa como cosas. Sabe que la comunidad no es una masa amorfa ni una colección de individuos en serie, respeta la personalidad, se apoya en el hombre concreto, lo dinamiza y lo impulsa constantemente.

El jefe dice vaya, el líder dice vayamos; líder es aquel que promueve al grupo a través del trabajo en equipo, suscita una adhesión inteligente, reparte responsabilidades, forma a otros líderes, parte de los hechos y de la vida del grupo para llegar a los principios, consigue un compromiso real de todos los miembros, formula un plan de trabajo con objetivos claros y concretos, motiva permanentemente para que su gente quiera hacer las cosas, supervisa la tarea de todos y difunde siempre una mística, un ideal profundo, una esperanza viva, una alegría contagiosa.

El jefe llega a tiempo; el líder llega adelantado. Éste es el santo y seña del verdadero líder: "Un pie adelante del grupo, una mirada más allá de los seguidores".

Análisis del profesor "barco"

Corresponsables del barquismo.- El profesor "barco" no está solo en la irresponsabilidad que incurre, lo acompaña el coordinador o director de la carrera en que imparte sus "clases", ya que le permite llevar este comportamiento.

Un coordinador o director que se precie de ser serio y cumplido en sus funciones, debe vigilar la actuación docente de sus colaboradores: su asistencia, su puntualidad, su presentación, su léxico, sus conocimientos, su método didáctico, sus clases, sus tareas, sus prácticas, sus cuestionarios, sus evaluaciones y sus resultados a través de calificaciones: debe informarse constantemente con los alumnos de estos aspectos del curso y oportunamente, tomar las medidas pertinentes: pero si semestre a semestre le permite la defraudación de la enseñanza a través de su barquismo, o no se entera, o no quiere enterarse "por evitarse problemas", se convierte en cómplice, pensara yo de la actitud reprobable del profesor.

El alumno, desde luego es quizá el más responsable, el más culpable. Me estoy refiriendo al alumno de escuela superior, concretamente de licenciatura hacia arriba, él ya comprende, ya tiene plena conciencia del deber ser, y si permite tanta violación académica y desobediencias a la reglamentación, se está haciendo partícipe de la falta, es más, está adoptando una postura ilógica, absurda, está permitiendo el daño a sus intereses presentes y futuros. Estamos de acuerdo en que lo más seguro es que estos alumnos no tienen suficiente madurez para entender los reales alcances de la conducta del "barco", pero si saben y muy bien, que para aprender hay que asistir, estudiar, presentar trabajos, sustentar exámenes, y todo esto por la vía correcta, legal, educada, decente, y que si un profesor no les exige nada, todo se los permite; les pone sin merecimientos calificaciones aprobatorias, está infringiendo las normas, está alterando el orden social, indispensable para la búsqueda pacífica de los ideales del individuo. ¿Por qué no protestan? ¿Por qué no lo delatan? Porque para un gran número de estudiantes, lo más importante es aprobar la asignatura, del modo que sea, preferentemente el fácil, el que no requiere estudio, dedicación o sacrificio, el que se obtiene con un profesor "barco".

Estos alumnos piensan que el aprendizaje vendrá después con la práctica, con el transcurso de la vida; pero no se percatan que así como el profesor quedará siempre señalado como falto de ética, incumplido, irresponsable, infractor, conductor de jóvenes por caminos indebidos, él también estará identificado como mal estudiante, carente de ética, con carrera regalada por maestros "barcos", con mentalidad inclinada hacia el engaño, a lo falso. Ese alumno que comenzó desde joven a las conductas ilícitas es muy probable que como profesionista continúe ya con esas ideas tendientes a conseguir todo con medios indebidos, eso lo dañará, a él y quizá a su familia. En general acreditar asignaturas con profesores "barcos", desprestigia para siempre al estudiante.


Consideraciones legales

Además de todas las condiciones de tipo académico, moral y social que se han señalado, inciden otras que inciden en el campo jurídico; que representan por lo tanto, imperativos cuyo incumplimiento puede tener sanciones bastante importantes. Al respecto, podríamos ejemplificar con lo dispuesto en el artículo 56 del Estatuto del Personal Académico de la UNAM, institución que seguirá siendo la más respetada y completa dentro de la actividad educativa, que establece: "De las obligaciones de los profesores, inciso f): impartir enseñanza y calificar los conocimientos de los alumnos, sin considerar su sexo, nacionalidad, religión o ideología"; inciso k) "Realizar los exámenes en la fechas y lugares que fije el Consejo Técnico respectivo". Del reglamento General de Exámenes de la misma Casa de Estudios, "Artículo 1o. Las pruebas y exámenes tienen por objeto: a) Que el profesor disponga de elementos para evaluar la eficacia de la enseñanza y el aprendizaje, b) que el estudiante conozca el grado de capacitación que ha adquirido, c) que mediante las calificaciones obtenidas, se pueda dar testimonio de la capacitación del estudiante". Estos objetivos jamás podrán lograrse si el profesor no cumple con seriedad, honestidad y responsabilidad sus deberes de examinar y calificar imparcialmente, apartándose de cualquier sentimiento o motivo ajeno a su real desempeño escolar. Si el alumno no supo en los exámenes habrá que asignarle una calificación reprobatoria: no adquirió la capacitación: darle calificación aprobatoria en estos casos, es un engaño a la sociedad, es aportar falso testimonio, es violación flagrante a la norma indicada.

Dice el segundo párrafo del artículo 3o. del mismo ordenamiento citado: "Cuando el estudiante no demuestre tener los conocimientos y aptitudes suficientes en la materia, se expresará sí en los documentos correspondientes, anotándose NA, que significa: no acreditada. Esto claramente significa que el estudiante no sabe o no adquirió los conocimientos pretendidos, debe ser reprobado, no obsequiado.

En todas las escuelas se establece como obligación de los profesores el evaluar el aprendizaje otorgando calificaciones justas y adecuadas a la consecución de éste, pues es lógico, necesario, razonable.

Las normas que exigen tal conducta fueron meditadas, producto del consenso docente, siempre han existido y siempre existirán: el no cumplirlas por ser profesor "barco" entraña una infracción a las mismas que debiera merecer una sanción inmediata de su separación de toda actividad docente. El multicitado Estatuto del Personal Académico de la UNAM, como el de todas las instituciones educativas, señalan como causa de sanción: el incumplimiento de las obligaciones establecidas en dicho estatuto; y como posibles sanciones: a) el extrañamiento escrito, b) la suspensión de sus labores y c) la destitución. De lo anterior, se desprende que los centros educativos pueden legalmente destituir o prescindir de los servicios de un profesor si éste, con su conducta "barca" deja de cumplir sus obligaciones como docente.


Efectos del Barquismo

Ya en líneas anteriores hemos indicado algunos de los efectos, desde luego, todos dañinos del barquismo, pero los considero tan importantes y trascendentes que bien vale la pena enunciarlos en su totalidad.

1. Contra el país.- Al no exigírsele al alumno el aprendizaje de conocimiento y desarrollo de habilidades, al obsequiarles las calificaciones, que englobadas serían también un regalo del título profesional, los egresados de las diferentes carreras ingresarán al campo profesional con un bajísimo nivel de preparación, con el que de ninguna manera colaborarán al progreso nacional.

2. Contra la institución o instituciones en que presten sus servicios.- Al obsequiar las calificaciones no habrá capacitación ni preparación para el ejercicio profesional: la fama de las escuelas que padecen de esos profesores "barcos" decrece, es más se desprestigia enormemente.

3. Contra los profesores que sí cumplen con su deber.- La gente es muy afecta a generalizar; y si en la institución hay un gran número de profesores "barco", sus comentarios serán siempre que "todos" los de ella lo son, desprestigiando a los que son honestos, a los que sí actúan con ética y patriotismo.

4. Contra la familia.- Las expresiones burlescas y despectivas de los alumnos "víctimas" del barquismo, se extiende a los familiares de este tipo de profesores, provocando en sus hijos, hermanos o padres, un sentimiento de vergüenza, pues si comprenden éstos que esa actitud es triste, penosa, indebida y nada decorosa.

5. Contra los alumnos.- El barquismo, como se ha dicho, lleva al alumno a no estudiar, a no saber, al no prepararse para la vida; esto le hará más difícil el logro de metas y alcance de ideales; quizás le limiten sus pocos conocimientos el bienestar social, al que todos en principio, tenemos derecho. Además, la actitud del profesor "barco" vicia al alumno, lo hace flojo, irresponsable y lo acostumbra a lo fácil, a la dádiva, al alcance de propósitos, pero sin esfuerzo.

6. Al mismo profesor.- Por no cumplir con sus deberes docentes, que implican evaluaciones justas y honestas, puede ser sancionado, como ya expresamos, hasta motivar su despido. Su actitud "barca" lo desprestigiará ante sus alumnos, la familia de éstos y en general, ante la sociedad.


Recomendación Final

Para evitar todos estos males que origina la conducta indebida de un profesor "barco", los coordinadores, directores, rectores y altos funcionarios de los centros de enseñanza vigilarán permanentemente la actuación de sus profesores; frecuentemente les darán pláticas alusivas al buen desempeño docente; evitarán consignas contra el decoro universitario; amonestarán al profesor cuando sea necesario, quizás tendrán que destituirlo, pero sobre todas las cosas: sembrar en su conciencia la enorme responsabilidad que entraña el ser profesor, el dedicarse a una actividad, definitivamente la más importante y valiosa para toda sociedad, la que forma al hombre, la que le ayuda a madurar, a crecer, a sentir el servicio, la entrega y el amor al semejante: la educación.


Artículo publicado en el periódico El Financiero, pág. 27A, del día 6 de octubre de 1993, sección Enfoques.

1 de enero de 2009

Maestro y profesor

EXCELENCIA EN LA EDUCACIÓN

Miguel Ángel Cornejo


Necesitamos maestros auténticos, no simples instructores

- Instructor es aquél que solamente proporciona información.

- Maestro es aquél que forja la inteligencia y la voluntad que hace que surja la obra maestra que existe en cada uno de sus alumnos.

- El instructor enseña una técnica y da una instrucción precisa.

- El Maestro no se limita a enseñar lo que el otro no sabe, sino que hace que surja en el otro lo que debe llegar a ser.

- Maestro es el que siembra ambiciones superiores, éticas y progresistas.

- Maestro es el que forja voluntades de triunfadores y optimismo de lograr la cumbre a pesar de las adversidades.

- Maestro es quien ha encontrado en la enseñanza su auténtica vocación y goza con la realización de cada uno de sus alumnos.

- Maestro es quien enseña con su ejemplo, señalando la ruta a seguir para lograr la plena realización.

- Maestro es aquél que da sentido positivo y aprendizaje a todas las adversidades.

- Maestro es aquél que en cada clase que imparte, se emplea a fondo y es la mejor que ha dado en su vida.

- Maestro es aquél que en cada jornada de trabajo, lanza el corazón y enseña con tal pasión como no lo ha hecho nunca.

- Maestro es el que conjuga la realidad del presente con el sueño de lograr un mundo superior en el futuro.

- Maestro es aquél que hace soñar a sus alumnos en hacer posible lo imposible.

- Maestro es el inconforme de su tiempo que siembra ideales para luchar por la Justicia, la Generosidad y el Amor.

- Si le teme es simple instructor, si se le ama es un auténtico Maestro.

Maestro es aquél idealista que se ha ofrecido para ser ayudante de Dios en su creación.

Abrazoterapia

Ligas de interés en YouTube sobre Abrazoterapia en Valencia, España.

http://www.youtube.com/watch?v=UBnfFrxebTE

http://www.youtube.com/watch?v=o5nvmXxm9KU